En una ciudad de Italia, Florencia , vivía un carpintero llamado Geppeto. Italia está en el Sur de Europa, el clima es agradable, no llueve mucho pero el paisaje es fantástico, un lugar de ensueño.
Florencia está al Norte de Italia, es una ciudad alegre, la gente de allí es amistosa, educada y amable. Las calles de Florencia son limpias y parece que todos los días la limpian. Las casas eran espectaculares y la mayoría eran de un color amarillento, rosado o grisáceo.
Un poco alejado de la ciudad vivía Geppeto, el era humilde carpintero, de estatura normal, el pelo blanco que le llegaba hasta el cuello. Solía llevar una camisa blanca con un chaleco rojo y marrón. Geppeto no solía salir mucho a la calle, solo en casos de emergencia y la mayor parte de su tiempo lo pasaba en su taller. Aunque a pesar de ello era muy amigable y todos los vecinos estaban encantados con el carpintero.
En un pequeño taller estaba Geppeto. Geppeto era feliz, pero solo tenía un sueño que cumplir: que era tener un hijo. Entonces tuvo la idea de tallar en la madera a un niño. Geppeto estaba tan ilusionado con la idea que ya empezó a comprar la madera y a diseñarlo.
Cada día dedicaba más y más tiempo hasta que por fin lo terminó. Lo primero que hizo fue ir al pueblo a comprar ropa. Compró un sombrero para que el sol no le reflejara en la cara, una pajarita para parecer elegante, una chaqueta para no pasar frío, una camiseta de colores y unos zapatos.
Ahora solo le faltaba un nombre, primero pensó en Vicente, luego en un nombre más fácil pensó en Pepe y por fin pensó en Pinocho. Al principio sonaba un poco raro pero repitiendo y repitiendo sonaba mucho mejor y ademas era un nombre único.
Una noche, vino el Hada Azul. Geppeto se despertó al instante.
El Hada Azul era alta, tenía el pelo largo, rubio y rizado. Llevaba un largo y brillante vestido azul y poseía una varita con una estrella en la punta y unas grandes alas.
El Hada nada más entrar pregunto:
-¿Eres tu Geppeto?
-Sí soy yo -respondió el carpintero asombrado.
-Yo soy el Hada Azul y vengo a concederte el deseo de tener un hijo -dijo el Hada.
Geppeto confuso y maravillado enseguida contestó.
-¿Vas a hacer que Pinocho se convierta en un niño?
-No exactamente, le voy a dar vida y seguirá siendo una marioneta pero sin embargo podrá comer, respirar, jugar… -dijo el Hada.
En unos segundos alzó la varita y pronunció unas palabras en voz baja, cuando terminó, se despidió de Geppeto y se fue.
Al día siguiente Geppeto oyó un ruido en la cocina, fue a ver y ¡estaba Pinocho haciendo el desayuno! Pinocho al ver a Geppeto gritó:
-¡Buenos días papá!
Geppeto al oír esas palabras se conmovió tanto que empezó a llorar. Pinocho sonrió y fue a darle un abrazo..
-Vamos a desayunar -dijo Pinocho.
-¡Sí! -contestó Geppeto.
Padre e hijo comieron disfrutando de la comida pero Geppeto pensó:
-Ahora que tiene vida tendrá que ir al colegio.
Como no tenía suficiente dinero Geppeto cogió su abrigo para venderlo en el pueblo. Pinocho pensó:
“Estudiaré duro para comprarle un abrigo nuevo a Geppeto.”
Después fueron al colegio para apuntarle, como aparentaba de ocho años le pusieron en segundo de primaria. Regresaron rápidamente a casa para prepararse porque mañana era el primer día de colegio de Pinocho.
Al día siguiente Pinocho se preparó para ir al colegio, de camino hacía el colegio se encontró a tres niños. Los tres niños convencieron a Pinocho para irse con ellos a jugar. Se fueron a jugar y el tiempo paso y paso y tenía que regresar al colegio pero ya era muy tarde, el colegio ya había terminado el colegio. Rápidamente volvió a casa. Cuando volvió Geppeto le estaba esperando en la puerta y pregunto:
-¿Dónde te has metido? Estaba muy preocupado.
-Es…estaba en el cole…colegio-Contesto Pinocho tatareando.
-Yo pensaba que te habías ido a jugar, pero no, espero que no me estés mintiendo Pinocho.-Dijo Geppeto sospechando.
Después el Hada Azul apareció en la habitación de Pinocho
-Pinocho ¿No habrás mentido a Geppeto, verdad?-Pregunto a Pinocho.
-No, yo no le he mentido.-respondió Pinocho un poco nervioso.
-No me mientas mas ahora te voy a condenar a que te crezca la nariz cuando mientas.-replico el Hada Azul.
Pinocho un poco asustado escuchó atentamente a las palabras del Hada Azul. Cuando termino, el Hada se fue y Pinocho enseguida se metió en la cama.
Al día siguiente Pinocho fue directamente al colegio, recordando el hechizo al que le condenó el Hada Azul. Después del colegio se encontró con los tres niños del otro día, ellos amablemente se presentaron, el primero en presentarse se llamaba Juan, el segundo se llamaba Jorge y el último se llamaba Julián. Los tres nombres empezaban con “J”, los tres niños eran unos problemáticos hermanos que siempre se metían en líos. Juan, Jorge y Julián invitaron a Pinocho a irse con ellos, Pinocho sin poder rechazarlo acepto. Fueron hacía un caminito del bosque y cada vez se alejaban más de la ciudad, al final el caminito los condujo al país de las gominolas. Al principio era divertido pero después descubrieron que el país de las gominolas era una ilusión provocada por las brujas. Las brujas eran personas malvadas que convertían los niños en gominolas.
En el otro lado del bosque estaba Geppeto. Geppeto estaba preocupado de que Pinocho no había regresado a casa y salió en busca de Pinocho.
Busco por todo el pueblo pero no lo encontró. Días y días después Geppeto no encontraba a Pinocho. Incluso salió de Italia y llego hasta el mar.Geppeto miro el paradisíaco paisaje pero no duro mucho. Una enorme tormenta empezó a desarrollarse y empujó a Geppeto al profundo mar. El Hada Azul al verlo tras el espejo mágico enseguida fue a buscar a Pinocho a salvar a Geppeto.
Encontro a Pinocho en le país de las gominolas y fue directamente hacia allí. El Hada Azul sacó a Pinocho del país de las gominolas y condujo a Pinocho hasta el mar dónde estaba Geppeto. Pidieron el espejo mágico que le dijeran donde estaba Geppetto. El espejo mágico muy obediente contesto y dijo que estaba en el mar de las ballenas y que a Geppeto se le había comido una ballena. Se dirigieron inmediatamente hacia allí y Pinocho salto al mar para rescatar a Geppeto, Finalmente encontraron a Geppeto y volvieron a casa.
Cuando volvieron a casa Pinocho se disculpó y abrazo fuertemente a Gepetto.El Hada Azul conmovida transforma a Pinocho en un niño de verdad. Repito estaba muy feliz. Su deseo por fin se había cumplido.
Después de lo sucedido Gepetto se convirtió en el mejor carpintero del pueblo y Pinocho estudio muy duro en el colegio para conseguir un buen trabajo Y comprarle un nuevo abrigo a Geppeto.
Pinocho y Geppeto vivieron felices y comieron perdices
FIN
MUCHAS GRACIAS
Published: Apr 3, 2017
Latest Revision: Apr 3, 2017
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